Antes de viajar conviene tener claro algunos datos de interés acerca de San Francisco, con el objetivo de que la visita a tan fantástica ciudad transcurra sin ningún tipo de incidencia que pueda dar al traste con las expectativas e intereses del viajero.
Cada uno de los barrios de San Francisco tiene sus propias peculiaridades e idiosincrasia. Algunos son más conocidos y otros están menos transitados, pero todos ellos presentan magnificas opciones culturales y turísticas que no hay que dejar de conocer cuando visitemos la ciudad.
Llegar en avión a San Francisco es muy cómodo, ya que la ciudad cuenta con tres aeropuertos internacionales. Los dos más utilizados son el San Francisco Internacional (SFO), a unos 20 kilómetros al sur, y el Oakland Internacional (OAK), en East Bay, a unos 32 kilómetros del centro. También podemos optar por el Mineta San José Internacional (SJC), en Silicon Valley, a una hora de camino.
Existen dos terminales de tren en las cercanías de San Francisco, concretamente en Oakland. Las estaciones se encuentran en Jack London Square y en Landregan Street, por estos puntos son los que reciben y despiden a los trenes de la ciudad. Llegar en tren a San Francisco está recomendado para quienes aprovechan su estancia para recorrer determinadas zonas del país no muy alejadas entre sí.
Llegar por carretera a San Francisco es cómodo y fácil, ya que las principales autovías se encuentran perfectamente indicadas. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que debido a las enormes dimensiones de EE.UU. el viaje en un vehículo puede resultar muy cansado, especialmente si la distancia a recorrer es muy grande.
Hay distintas posibilidades a la hora de moverse por San Francisco. Existen tanto trenes, como tranvías y los famosos coches cables, además de autobuses públicos. Otras opciones pasan por alquilar un coche o una bicicleta, o montarse en alguno de los autobuses turísticos que recorren la ciudad.